Estudiar filosofía, ¿qué hace un filósofo?
Hola! 🤓
En este post escribiré sobre un tema que me llevó tiempo comprender. ¿Qué significa ser un profesional de la filosofía? Lamento un poco tener que hacerlo desde mi experiencia personal. No es mi intención hacer de esto un blog personal, pero creo que fui un buen ejemplo de "estudiante desorientada que estudió filosofía sin tener idea de qué hacer al terminar la licenciatura".
A mis 17 años decidí inscribirme a la facultad de Humanidades. Mi entusiasmo por el misterio alrededor de estudiar filosofía menguaba toda consideración práctica. Ya encontraría en el camino qué hacer después...
Por fortuna siempre tuve el apoyo de mi familia y ante los comentarios de "¿qué vas a hacer con eso? Te vas a morir de hambre" yo hacía oídos sordos.
Hay que decir que el futuro profesional que me ofrecían en la universidad no me ilusionaba verdaderamente. Dar clases en preparatoria parecía ser el destino final de casi todos, eso, o irse a una organización de administrativo. (Más tarde encontré casos de filósofos trabajando en multinacionales.)
Nada en contra de los profesores de preparatoria o de los administrativos. Pero yo no veía cómo mis intereses filosóficos podrían ser satisfechos dando clases de preparatoria o trabajando en alguna organización.
Y bueno,con esto acabo de darte dos opciones sobre qué hacer con un título en filosofía. Tal vez tienes vocación por la enseñanza o hay alguna organización en la que te gustaría trabajar, ¿qué tal suena la ONU?
Pero para el final de mis años de licenciatura yo estaba obsesionada con la fenomenología y quería seguir investigando mi entonces tema de tesis. ¿Dónde iba yo a encontrar un lugar en el que me pagaran por leer y escribir sobre ontología?
Así apareció en el horizonte una opción que por alguna razón se menciona poco (?) O no, pero hay poca claridad al respecto: la investigación.
Tuve la fortuna de tener una profesora que alimentó positivamente mis intereses por la investigación. “¿Quieres seguir estudiando?”, me dijo, “Busca la manera de estar en una universidad que tenga centros de estudio en fenomenología”, y me dio varias opciones, la mayoría en el extranjero.
Y así comenzó mi búsqueda para ser admitida en un programa de maestría en un Instituto de filosofía especializado en fenomenología.
Hay mucho que contar sobre los intermedios, especialmente sobre el financiamiento (mi mayor dolor de cabeza), pero poco a poco fui asimilando en qué consistía el camino que había tomado:
Leer, leer, escribir, leer, asistir a conferencias, hablar con gente experta en el tema, hacer relaciones con colegas en la misma área, leer, leer, escribir, editar, leer aunque no tengas ganas, escribir, estar harto de tu tema de investigación, ir a un bar después de clases para seguir hablando de filosofía, leer el trabajo de tus compañeros, aceptar críticas, volver a escribir lo que ya habías escrito, encontrar 20 nuevos artículos sobre tu tema, volver a editar, exponer tus avances frente a los demás, corregir por enésima vez tus escritos, y básicamente pensar en el mismo tema por días, semanas, meses, y a veces años, para ver si encuentras algo relevante para la comunidad.
Hay que añadir además un montón de reglas: los sistemas de referencia, las cuotas de la academia, los deadline, los lineamientos de aceptación, los procesos burocráticos, etc., etc.
Le debo a un amigo haber comprendido esto: ser un profesional de la filosofía y convertirse en un investigador se trata de entender que la investigación es tu trabajo.
No es una cuestión de inspiración, de ser un genio, de escribir solo cuando tienes arranques místicos, de descubrir el hilo negro de la filosofía en tu tesis de maestría. Es más bien construirte una rutia, trabajar incluso en los días que no tienes muchas ganas, igualito que si tuvieras un trabajo en una oficina, solo que tu empresa se llama Academia (y tiene contratos de trabajo muy raros).
Espero que encuentres útil esta información. Cada semana estaré publicando uno o dos posts relacionados a alguna de las cinco secciones de este blog: Gestión académica, Gestión psicológica, Gestión financiera, Gestión de tiempo, y Gestión social.
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Ten un gran día,
Fernanda
😺😺😺
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